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Blog en el Desierto

Navidades Irreverentes.

odio

En su día ya dije que no me gustaba la navidad Fun, fun, fun.

Desde que creo ser adulto no he comprendido porqué tenemos que ser ahora buenos o porqué debe invadirnos cierto espíritu en estas fechas (estado de gilipollez eventual, diría yo). No soy cristiano por la gracia de dios (no bueno, por lo menos) y no me flajelo o toco el bombo en Semana Santa hasta que sangro (tengo un poco más de cordura). No le doy de comer más al Corte Inglés o al Toysrus, en estas fechas porque con un agosto tienen bastante. Y me pongo cardiaco con las putas (perdonad la expresión) cenas de Empresa.

Ya lo decía José Ignacio Lapido (señor que a parte de ser un gran músico, es un buen escritor y un gran periodista)

Cena de empresa
Artículo publicado por Jose Ignacio Lapido en el diario Granada [http://www.diariogranadahoy.com] el día 15 de Diciembre del 2005.

"INTUYO que lo peor llega a los postres. En el fatídico momento en el que el jefe levanta la copa de cava barato y suelta una retahíla de buenos deseos para el año que viene. Ya lo dije el año pasado por estas fechas: un buen deseo navideño es un mal fario envuelto en papel de regalo. Peligrosísimo. Dios nos libre de las cenas de empresa.

Paradójicamente, en diciembre es cuando los restaurantes hacen su agosto. Dicen que el día del padre lo inventaron unos grandes almacenes para vender las corbatas que no habían logrado colocar en los cuellos del proletariado durante la temporada otoño-invierno. Estoy convencido de que las cenas navideñas de empresa se las ha sacado de la manga el gremio hostelero para dar salida a la mala leche que los trabajadores acumulan durante todo el año. En un convite de estos, los ansiados aumentos de sueldo se disuelven en los paladares como insípidos sorbetes de maracuyá. Y por mucho que los cuchillos de trinchar la carne sean un convenio colectivo en potencia, cuando los comensales se sienten a la mesa ya estarán servidas las envidias. Con roquefort.

Debo ser de los únicos españoles que nunca ha acudido a un evento gastronómico-laboral de estas características. Nada de lo que extrañarse por otra parte: nunca he pertenecido a eso que se llama 'tejido empresarial', que debe ser algo así como el epitelio productivo del capitalismo. Casi siempre he sido un pronombre personal de primera persona: yo, mí, me, conmigo. Mala cosa. Hace años formé una sociedad limitada con otros cuatro como yo, pero cenábamos tantas veces juntos al cabo del año que aprovechábamos la navidad para tocar la zambomba por separado y escribirle christmas a Elvis.

Pero la cena de este año, la que va a marcar tendencia, es la que dicen que van a compartir Bono y Moratinos para limar sus discrepancias. Pliegos de lija del diez a modo de servilletas pondría yo. Tan pintureros y mediáticos ellos, andan los dos ministros a la gresca, aunque dice la vicepresidenta que solo se trata de un "malentendido". Puede ser, pero los juzgados de lo criminal están llenos de malentendidos que acabaron a punta de navaja. No sé si Zapatero ejercerá de anfitrión en esa cena. También desconozco si ésta correrá a cargo de los presupuestos generales del Estado, si será a escote o se pagará con las comisiones de las armas que Moratinos dice que Bono va a vender en África, continente que, como todos sabemos, está tan necesitado de ellas. En cualquier caso, el presidente del Gobierno sabe mucho de buenos deseos y eso le vendrá bien para los brindis. No en vano su política está basada en un neologismo anglicista: el 'Wishful thinking'. O sea: Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra, paz a los ministros de buena voluntad.

Al que le va a costar trabajo cortar el 'filet mignon' con los empleados de la calle Génova es a Rajoy. En el momento en que las encuestas lo aupaban a las alturas como globo de helio sin lastre, Mariano ha comprobado que la ley de la gravedad es la única ley que no prescribe, que los helicópteros son un invento del demonio y que los negros lodos del 'Prestige' pueden hacerse tan duros de tragar como un polvorón de Estepa."

Bueno, ahora toca relajarse, porque si por algo odio estas fechas es porque a veces (sólo a veces) yo también me siento como el protagonista de la famosa carta a Papá Noel emitida en su día en Gomaespuma

Y ya casi está. Para los que han llegado hasta aquí esto sí es irreverencia (no apto para religiosos cerrados de mente y gente sin gusto por el humor burdo) Ya he avisado.

 

 FIN. Ha quedado claro que la Navidad no es mi fuerte. Pero debo decir que ha todos os deseo "FELICES FIESTAS" porque a todos os deseo "FELICES DIAS" marque lo marque el odiado almanaque. Es el mes de "Manic" y se está acabando. Os dejo con ellos.

 

LA NAVIDAD PASADA (Wham) Versión de "Manic Street Preachers"

La Navidad pasada te dí mi corazón,
Pero al día siguiente,
Lo traicionaste,
Este año, para evitarme las lágrimas,
Se lo daré a alguien especial.

Una vez atrevida y dos veces tímida,
Mantengo mi distancia pero sigues captando mi ojo
Dime, nena, me reconoces,
Bueno, ha sido un año, no me sorprende.

Feliz Navidad,
Lo cerré y lo envié,
Con una nota diciendo 'Te quiero'.
Lo sentía,
Ahora sé lo tonto que he sido,
Pero si me besas ahora,
Sé que me engañarías otra vez.

La Navidad Pasada te dí mi corazón,
Pero al día siguiente,
Lo traicionaste,
Este año, para evitarme las lágrimas,
Se lo daré a alguien especial.

Una habitación abarrotada, amigos con ojos cansados,
Me estoy escondiendo te tí y de tu alma de hielo,
Dios Mío, creí que eras
Alguien en quien confiar,
Yo, Supongo que fuí un hombro sobre el que llorar.

Una cara en un amante y un fuego en su corazón
Un hombre encubierto pero me hiciste pedazos,
Oooh Ooh,
Ahora he encontrado un amor de verdad,
Nunca me volverás a engañar.

La Navidad Pasada te dí mi corazón,
Pero al día siguiente,
Lo traicionaste,
Este año, para evitarme las lágrimas,
Se lo daré a alguien especial.

B0000AN11G.01._SCMZZZZZZZ_

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