Y en mi ausencia (II)
Prometí volver más tarde que temprano, y otra vez esto y aquí. Ahora para comentar lo que ha pasado en mi universo si hablamos de música nacional en esta ausencia que quizás nunca debió producirse.
Pués bien, en este tiempo de abandono o destierro, me he enganchado a Hipersonica, un weblog colectivo dedicado integramente al mundo de la música, casi siempre independiente, y que al ser administrado por siete personas es el blog musical en castellano más prolífico que conozco. Esta drogodependencia a Hipersónica a hecho que conozca dos grupos que debo reseñar en mi desierto, pués últimamente suenan a todas horas por mi "espacio vital". Hoy hablaré del primero:
Algora, que fíjate por donde no es un grupo, es el nombre artístico (poco o muy origina, dependerá de gustos) de Vícto Algora, un músico que se mueve como pez en el agua entre la electrónica y la acústica, con influencias de gente como Carlos Berlanga, R.E.M., The Smiths, Jay Jay Johanson. Una vez que dejas de lado su inclinación sexual (que seguro hay a quién le disguste) y algunas sus letras tremendamente explícitas (cuesta acostumbrarse escuchar para gente tan "viejuna" como yo canciones como "David" - mi brazo intenta atrapar su silueta en la oscuridad, nuestras bocas abiertas y su polla entre mis piernas -) descubres un músico capaz de crear melodías y letras que enganchan enseguida y que pasan a formar parte de ti de forma inminente. Querido hombre cebolla ("el tiempo me ha tejido capas de cebolla, ahora si me desnudas lloras") y Cucarachas son dos ejemplos claros de lo que comento, a parte, por supuesto de dos grandes canciones.
Querido hombre cebolla
Cucarachas
Como cuando bajas las escaleras del desván
y miras hacia atrás por si te sigue el neonazi.
Como perdido en una noche solo y en mitad del mar
tu ausencia se me vuelven tiburones.
Ultimamente me despierto y miro hacia tu lado,
el sitio de la cama donde antes leías tumbado.
Es una estupidez, haciendo ésto me hago daño
porque te miro y sé que nunca vas a estar.
Y espero hasta el final,
el bueno es devorado por el monstruo.
Hay una sombra, un aleteo, son solo cucarachas.
Y espero hasta el final,
el filo siempre irrumpe en su garganta.
Hay un destello en el cristal, son solo telarañas.
Como un idiota aún busco a ver si encuento en el lavabo
alguna de tus maquinillas de afeitar.
No puedo superarlo porque el tiempo se ha parado,
enloquezco si no te consigo recordar.
Y espero hasta el final,
el bueno es devorado por el monstruo.
Hay una sombra, un aleteo, son solo cucarachas.
Y espero hasta el final,
el filo siempre irrumpe en su garganta.
Hay un destello en el cristal, son solo telarañas.
Como cuando corres en un sueño
Como cuando corres en un sueño...
Como cuando corres en un sueño...
Como cuando corres en un sueño,
te persiguen pero no consigues avanzar.
Y espero hasta el final,
el bueno es devorado por el monstruo.
Hay una sombra, un aleteo, son solo cucarachas.
Y espero hasta el final,
el filo siempre irrumpe en su garganta.
Hay un destello en el cristal, son solo telarañas.
Y espero hasta el final,
el bueno es devorado por el monstruo.
Hay una sombra, un aleteo, son solo cucarachas.
Y espero hasta el final,
el filo atravesado en tu garganta.
Es un gemido sordo, tú nunca volverás.
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